Describe la dificultad que tiene el verdadero creyente en su caminar por la convicción del pecado a diferencia de quien no tiene convicción que tan pronto ve un obstáculo y deja el camino.
Una enseñanza acerca de la vida cristiana, en la cual aprendemos los sufrimientos que es necesario padecer, contrario a lo que enseñan los del evangelio de la prosperidad.