Lo opuesto al egoísmo es el servicio (De nuestro culto del 1-5-25)
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Mira la versión en video aquí: https://youtu.be/OJLFThI5gfU
Resumen:
1. Introducción: Bernie Madoff y el problema del egoísmo
- El sermón comienza con la historia de Bernie Madoff, un hombre que en su momento fue muy respetado en el mundo bursátil (llegó a ser presidente del NASDAQ), pero orquestó uno de los mayores esquemas Ponzi de la historia.
- Pese a sus amplios conocimientos y oportunidades de triunfar de forma legítima, Madoff eligió engañar a los inversionistas, usando el dinero de nuevos clientes para pagar a los anteriores. Este fraude se mantuvo durante décadas hasta que la crisis financiera de 2008 lo desenmascaró.
- Su caída se presenta como un ejemplo de codicia y egoísmo. El predicador invita a reflexionar si el egoísmo de Madoff es realmente peor que el nuestro solo porque implica cifras de miles de millones de dólares. Así, prepara al público para analizar el egoísmo de forma más personal.
2. Marcos 10 y el joven rico: “¿Qué debo hacer?”
- En Marcos 10:17–22, aparece la historia del joven rico que se acerca a Jesús preguntándole: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”
- Jesús le recuerda los mandamientos—no matarás, no cometerás adulterio, etc.—que el joven afirma haber cumplido desde su juventud.
- Con una profunda compasión, Jesús lo mira y “lo ama”, para luego darle una instrucción desafiante: “Vende todo lo que tienes y dáselo a los pobres… y ven, sígueme.”
- El hombre se va “abatido” (el predicador enfatiza el matiz de angustia que implica esta palabra). Se enfoca en lo que va a perder en vez de lo que podría ganar—tesoros en el cielo y una relación más cercana con Cristo.
- La enseñanza clave es que el egoísmo limita nuestra visión y nos hace ver únicamente nuestro sacrificio o pérdida, sin reconocer la promesa de Dios de algo mayor.
3. La reacción de los discípulos: señalar “a ellos” y a “nosotros”
- En Marcos 10:23–27, Jesús se dirige a sus discípulos y comenta lo difícil que es para los ricos entrar en el Reino de Dios. Ellos se muestran asombrados (probablemente confusos o atónitos) ante esta declaración.
- Jesús cambia entonces la forma de hablar y los llama “hijos”, indicando que todos—no solo “los ricos”—luchamos contra el egoísmo.
- Los discípulos, inquietos, preguntan: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?” Jesús responde que para los hombres es imposible, pero no para Dios, subrayando que la salvación es obra de Dios.
- El predicador señala cómo los discípulos veían la riqueza como el problema de “esas personas”, pero Jesús aclara que todos enfrentamos la misma tendencia al egocentrismo.
4. Sacrificio y recompensa: “Lo hemos dejado todo…”
- Luego, Pedro interviene: “Hemos dejado todo y te hemos seguido” (Marcos 10:28). En efecto, los discípulos habían renunciado a sus medios de sustento (redes de pesca, puestos de recaudación de impuestos) para seguir a Jesús.
- Jesús los tranquiliza: “No hay nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o tierras por causa de Mí… que no reciba cien veces más ahora en este tiempo… y en la edad venidera, la vida eterna” (Marcos 10:29–30).
- El predicador explica que esta recompensa “cien veces más” es tanto futura (la vida eterna) como presente (las bendiciones de la comunidad cristiana).
- Por ejemplo, si alguien necesita ayuda (p.ej., su calefacción se estropea o requiere un lugar donde alojarse), los hermanos y hermanas en Cristo abren sus hogares. Así, de forma simbólica, uno “gana” muchas casas y muchos hermanos y hermanas.
- Los cristianos comparten recursos, se ayudan mutuamente y muestran servicio y generosidad en lugar de egoísmo.
5. Una petición extemporánea: Santiago y Juan buscando estatus
- Justo después de que Jesús predice Su sufrimiento y muerte (Marcos 10:32–34), Santiago y Juan se acercan a Él con una petición marcadamente egoísta: “Concede que en Tu gloria nos sentemos uno a Tu derecha y otro a Tu izquierda” (Marcos 10:35–37).
- El momento resulta especialmente insensible—Jesús acaba de describir cómo será entregado, burlado y asesinado, pero ellos se preocupan por asegurar posiciones de honor.
- Este comportamiento muestra la persistencia de la ambición egoísta, incluso en los más cercanos a Jesús. Los demás discípulos se indignan, posiblemente porque también desean esos lugares de prominencia o porque les molesta la audacia de Santiago y Juan.
6. La enseñanza clave de Jesús: “El que quiera ser grande, que sirva”
- Jesús no los rechaza de inmediato, sino que aprovecha el instante para una enseñanza crucial. En Marcos 10:42–45, compara las estructuras de poder del mundo (“los que son tenidos por gobernantes de los gentiles… se enseñorean de ellos”) con el Reino de Dios, donde la grandeza se define por el servicio.
- “El que quiera ser grande entre ustedes, será su servidor”, y “el que quiera ser el primero… será esclavo de todos”.
- Jesús es el ejemplo supremo: “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar Su vida en rescate por muchos”.
- Este es el punto central del sermón: el verdadero opuesto del egoísmo no es solo la humildad interior, sino el acto de servir a los demás.
7. Implicaciones prácticas: vencer el egoísmo a través del servicio
- El predicador aplica estas enseñanzas al contexto de la congregación, mirando hacia las oportunidades del nuevo año.
- Si no dan pasos de servicio, el único obstáculo es su propio egoísmo—enfocarse demasiado en la comodidad personal, los recursos o las propias ambiciones.
- La invitación es “pisar el acelerador” y seguir adelante, animándose mutuamente, compartiendo posesiones, entregando tiempo y energía, y edificando juntos el cuerpo de Cristo.
- Cuando el pueblo de Dios sirve en lugar de acaparar, la comunidad cristiana prospera y se convierte en un “hogar” donde se atienden las necesidades de todos.
8. Conclusión: llamado a la respuesta
- El sermón concluye invitando a reflexionar sobre las luchas personales contra el egoísmo—sean grandes o pequeñas—y a acudir a Dios para superarlo.
- Se recuerda a la congregación que Dios los ama y que están rodeados de hermanos y hermanas que también los aman.
- El desafío final: ¿Escogerás servir en lugar de ser servido? ¿Te centrarás en lo que puedes dar o en lo que piensas que vas a perder?
Puntos Clave
- El egoísmo es universal: Se manifiesta en crímenes a gran escala (Madoff) y en actitudes cotidianas (como las de los discípulos).
- El egoísmo distorsiona nuestra visión: Nos preocupa lo que perdemos en lugar de reconocer la promesa de Dios de algo mucho mayor.
- El servicio es el antídoto: Jesús lo ejemplifica—no vino para ser servido, sino para servir. Sus seguidores deben imitar esta entrega.
- La comunidad cristiana es una bendición: A través del apoyo y la ayuda mutua, los creyentes adquieren “muchas casas” y “muchos hermanos” en el presente.
- Elegimos nuestra respuesta
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